“Positivo: esa palabra que cambió toda mi vida.” Un comentario de VIHsible

Por Gustavo Ochoa

El colectivo teatral Telón mestizo ha puesto, durante todos los miércoles del mes de junio, la micro-obra VIHsible en el Teatro Esencia de Barranco. Asistí a su primera función y este es un breve comentario a propósito de ella.

Valentino es un joven estudiante de teatro que acude a un centro de salud con su amiga Laura a hacerse una prueba rápida de descarte de VIH debido a fuertes malestares físicos y recibe un diagnóstico reactivo. Desde aquel día, su vida cambiará para siempre. El tratamiento impactará no solo en su estado físico sino que deberá ocultar su condición de salud y sus hábitos de cuidado, lo que tendrá una dura huella emocional en él. Mientras sobrelleva por seis años esta condición de salud y la comparte, se ve expuesto a formas distintas de discriminación, homofobia y maltrato de quienes se vinculan con él. Por eso, decide subir a un escenario, contarnos su historia y hacerse visible.

A nivel narrativo, la obra presenta fragmentaciones constantes para sumergir a lxs espectadorxs en la experiencia de vida del protagonista, con sus logros, pero, sobre todo, en sus altibajos. En ese quiebre narrativo, no solo él se debate en encrucijadas propias del diagnóstico, también su entorno cercano, círculo activista y amigos positivos se ven afectados por la atención deficiente en los centros de salud. A nivel escénico, estas alteraciones en el estado de las cosas para Valentino se enfatizan con cambios abruptos de las luces en gamas acordes a la atmósfera emocional. Al mismo tiempo, la propuesta coreográfica, vestuarios y los movimientos en escena del elenco se proponen enfatizar sentimientos como la angustia ante el riesgo físico, la monotonía de un tratamiento diario o el miedo frente al rechazo. En ese sentido, resalto el desempeño del elenco conformado por Víctor Lucana, director y actor protagónico, y por Ricardo Adrián y Lucía Carrasco, en los diversos roles secundarios. Destaco su versatilidad para encarnar múltiples voces y hasta interpretar temas en escena con el acompañamiento musical de Hugo Menéndez.

Otro aspecto a relucir corresponde a la dimensión sensibilizadora de la puesta en escena. Por ello, encuentro importante que el protagonista interrumpa su confesión inicial con preguntas para que lxs espectadorxs se hagan una “prueba rápida” y midan sus prejuicios o desinformación frente al tema. Y la historia, desde luego, es un retrato sintético de lo complicada que sigue siendo la realidad para las personas positivas, desde el momento del diagnóstico, pasando por los efectos secundarios del tratamiento, la forma oculta en que deben llevarlo, sobre todo para evitar las reacciones del entorno cercano, y, en caso de visibilizarlo, acaban siendo estigmatizadas y discriminadas en varios ámbitos, incluido el afectivo. Finalmente, el pack informativo ofrecido en la función de estreno aporta datos terminológicos actuales sobre el virus, las vías de transmisión y los métodos de protección.
En conclusión, VIHsible es un exponente del microteatro ficcional que aborda la realidad aun incómoda de llevar una vihda positiva en una sociedad desinformada y prejuiciosa como la nuestra. Si bien hemos tenido ya muestras de esta temática tanto en el teatro ficcional (Unicornio, 2004) como testimonial (La prueba, 2018, o La fiesta de la vihda, 2022), es vital que este tema no deje de ser visibilizado en los escenarios hasta lograr una visibilidad social libre de estigmas y señalamientos.

(Visited 8 times, 1 visits today)

Deja una respuesta