Descripción
SOBRE LA AUTORA
María Font (Lima, 1993). Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con una especialización en Gestión Cultural por el Museo de Arte de Lima. Se ha desempeñado como gestora cultural y editora en diversas empresas. En 2018, publicó su primer poemario Blue tragedy o el panfleto del gatito negro. Además, ha publicado artículos de opinión en Pikara Magazine y es colaboradora en la revista Poliantea. Actualmente, trabaja en nuevos proyectos de poesía y prosa, dirige el blog On the borders, publica podcasts sobre poesía y mujeres viajeras en @notitas24, y planea la revolución de los gatos.
SOBRE EL LIBRO
En este poemario, se exploran los límites del amor y la enfermedad, encarnados en la figura de Carolina, quien, en unión con la voz poética, nos sumergen en un viaje extraterreste y desgarrador en la búsqueda constante de un «nosotras» al que aferrarse. En palabras de Miluska Benavides, escritora, traductora y crítica literaria, «Aprendiendo a enterrar a los muertos explora las grietas de la experiencia contemporánea: voz que huele, deglute, evoca, se despide y canta en monólogos, apropiándose del medio textual por el que nos han llegado las voces y desgarros de las heroínas trágicas. Los poemas que componen este libro batallan por expresar el amor contemporáneo que sabe a muerte y en el que la amada no es figura etérea, sino sensación y carne».
«En tiempos en los que las formas de amar se cuestionan continuamente, Aprendiendo a enterrar a los muertos aborda un argumento capaz de quebrar cualquier heteronorma y “heteroforma” literaria. María Font construye esta entrega a partir de una carta de amor que se transforma hasta adoptar el cuerpo de un poemario, donde la prosa y el verso confluyen en un monólogo cargado de metáforas e imágenes de potencia sensorial» (Melissa Ghezzi).
«En Aprendiendo a enterrar a los muertos, se prefiguran dos voces, dos cuerpos, dos subjetividades que, eventualmente, se aman, se desafían, controlan juntas, discuten, y nunca alcanzan la conciliación ni el equilibrio. Esta coexistencia del vínculo más allá de la pugna solo es posible porque ambas deben sobrevivir al control de los cuerpos, a la vigilancia médica y a los ejercicios de represión» (Mariana Libertad Suárez).