por Nathanael Peralta Luis
Hablar de la poeta, profesora universitaria, activista feminista y amiga Violeta Barrientos sería imposible con pablaras e inabarcable en este espacio que permite el formato impreso. Lo que sí puedo atreverme a escribir es sobre la poética de quien junto a Rossella Di Paolo y Patricia de Souza† fue distinguida por el Ministerio de Cultura a principios de este año como “personalidad meritoria de cultura” (ver Imagen 1); quien ha desarrollado una producción literaria trascendental y necesaria para con la literatura peruana y latinoamericana de manera transversal con la militancia feminista y homosexual, al ser precursora en abordar los tópicos del deseo homoerótico, experiencia psicoanalítica y el contra-estilo poético.
Es precisamente esto último en donde marca una pauta la propuesta poética de Violeta Barrientos. Lo que ciertos críticos literarios podrían (erróneamente) considerar una falta de estilo propio, no es otra cosa que la autenticidad de imágenes y mordaces juegos semánticos que la escritora logra en cada uno de sus poemarios. A lo largo de estos treinta años de producción poética y muchos más de ejercicio creativo, no resulta sorpresa encontrarnos con poemarios de una singularidad fresca y continuamente renovadora. Es el caso de su primer poemario publicado en 1991, Elixir, el cual inaugura las imágenes mordaces (de cierta constancia en su obra) que juegan con la inconexión de una realidad visceral, como en el poema “Así abrimos el cuerpo”, donde el uso de los semas orgánicos corporales sirven para nombrar de forma metonímica los sentimientos constantemente devorados por el prójimo, un alocutario no representado el cual forma parte de una cadena alimenticia necesaria e inequívocamente ligada a la experiencia íntima del yo poético.
En 1992, publicaría El innombrable cuerpo del deseo, poemario transgresor y pionero en representar el deseo lesbiano, con una claridad de imágenes dulces y sinceras que forman parte de un proyecto poético marcadamente sensorial. Es el caso del poema “El encuentro de las orquídeas”, donde el yo poético explora el cuerpo femenino con una precisión obsesiva y dramática, que no excede a la búsqueda y posterior encuentro del placer sexual, sino que borra los límites de lo binario y trapaza la dualidad del sexo heterosexual y homosexual (Abandono mi cuerpo / […] / y hembra se convierta en hombre / y hombre amante en mujer).
No obstante, en respuesta a una necesidad renovadora, en 1994, publica Tras la puerta falsa, poemario breve que se presenta como el resultado de un ejercicio de introspección psicoanalítica, donde el yo poético explora las distintas “habitaciones” que se encuentran en la relación mente-cuerpo. Cada poema es un espacio (habitación) para cuestionarse la memoria de los sentidos como en las partes que componen el poemario: “INTERIORES”, “FALSAS APARIENCIAS” y “CERRADURA POSTIZA”, que termina siendo una visión ambivalente de la realidad, una vez más, mordaz ([…] / la vida / pendiendo / de un hilo / desprendiéndose).
Así, en 1999, aparece en Francia El jardín de las delicias, poemario con el cual retoma la exploración del deseo sexual pero, esta vez, desde el uso de metáforas relacionadas a la naturaleza y hacia un descubriendo del placer sexual sin género ni orientación. Esto no descuida la fuerza con la cual trasmite los encuentros y desencuentros sexuales, sino que los intensifica. Lo anterior se puede ver claramente en el poema que lleva el mismo nombre: Rosas como nalgas abiertas / encarnan olores translúcidos / y el aire libera una fragancia / incubada en sus pétalos desde siglos.
Sucesivamente, en el año 2003, sale a la luz en Lima el poemario Tragic/Comic. Tal vez su trabajo más incisivo y contundente. Dividido en cinco partes: “Tragic/Comic”, “Cuerpos extraños”, “Cuerpos privados”, “Cuerpos mortales” y “Cuerpos cerrados”; cada uno de ellos aborda la exploración de los cuerpos desde la óptica de la decadencia y la brevedad material que supone el transito del tiempo, los fluidos y la relación inequívoca de todos los seres con la muerte. Basta con citar el epígrafe del poemario: Silencio, estoy oyéndome latir, y el final: Libertad, igualdad, fraternidad / Todo se homogeniza / Como la mierda. Al año siguiente, se publicó El libro de la serpiente, poemario altamente simbólico y de un lenguaje cifrado, nos presenta a “la serpiente” y a un yo poético que mantiene en cada poema breve distintas contemplaciones de la naturaleza del alocutario representado. No es casual el uso de la serpiente como protagonista de este poemario, sino que expone los semas femeninos ligados a las representaciones sacras de la serpiente bíblica, el mal y la mujer conectadas, la sensualidad y el cuerpo deslizándose entre telas.
Después de un silencio de cinco años, aparece en Argentina Cosas sin nombre, poemario donde la autora explora, a través de los poemas en prosa y sin títulos, aquellas anécdotas que podrían pasar desapercibidas en la cotidianidad y que, sin embargo, Violeta Barrientos recoge con una fuerza y belleza en un juego con el artefacto de la memoria. El resultado: un poemario mesurado y preciso en todo su esplendor. Asimismo, el poemario Depuis les collines / Desde los cerros (2017) muestra un corte social donde la desolación y el centralismo de la segunda mitad del siglo XX en Perú encuentran una poética del desacioego. Esto sumado a las ilustraciones de Olga Verme-Mignot, quien también colabora con las traducciones al francés de los poemarios La porte dérobée (2007), Pages volantes (2010) y Fin de voyage (2011), todos publicados en Francia. Además, en el 2019, se publica una antología de su obra poética Las imposibles orquídeas, donde la autora selecciona y revisa algunos poemas.
Finalmente, este breve recorrido por la monumental poética de Violeta Barrientos es una de las muchas formas en las cuales se le puede decir gracias. Gracias a quien, con sus poemas, ha logrado trascender rótulos y ha hecho posible, para quienes la queremos, encontrar un refugio en su poesía.
Aquí se encuentra la entrevista que Nathanael Peralta Luis le hizo a Violeta Barrientos en junio del 2020:
Aquí el contenido del video por minutos:
1:34 El confinamiento por la pandemia del COVID-19
6:32 Las retóricas de la enfermedad, Susan Sontag, Mario Bellatin
12:06 ¿Es la academia abierta a tratar la diversidad sexual y de género?
20:00 ¿Es Violeta Barrientos la gran poeta peruana de la diversidad sexual?
22:55 Sobre el lenguaje cifrado en su poética
39:44 Sobre el psicoanálisis en su poética
33:20 La necesidad de escribir narrativa para la visibilidad
35:20 Su experiencia claustrofóbica en Nigeria
36:38 La necesidad de una literatura sobre la diversidad
40:15 Su abuelo fue un autor cusqueño en quechua
41:22 El rol nefasto de la Iglesia Católica
42:57 Sobre su madre y su familia cusqueña
45:00 Por qué en el Perú nadie es profeta en su tierra
45:18 La marca “Negrita” y el uso de estereotipos
47:17 La apropiación de la fecha del orgullo por el marketing empresarial
49:40 El papel del arte y la literatura para mantener las utopías en pié.
51:55 ¡Primicia! Lo que está por publicar: un libro de poesía y un ensayo biográfico
53:49 El cuerpo del Yo poético como espacio para explorar
57:11 La pandemia y su parecido con la llegada de Hitler al poder
1:01:31 La tarea en lo sucesivo del feminismo
1:11:25 Qué está leyendo ahora
1:14:35 Qué recomienda leer