Carlos Vela, presidente de Editoriales Independientes del Perú: «Es una responsabilidad de todos y todas acabar con esta invisibilización»

Cómo se forma la EIP

EIP es un esfuerzo de asociatividad en defensa del editor peruano y la bibliodiversidad. Se funda por un interés de las editoriales de desarrollar acciones en conjunto que consoliden el sector, con apoyo de la Fundación para la Literatura Peruana. Entró plenamente en acción en el 2014, teniendo como primera actividad la participación en los Foros del Libro de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBO), año en el cual Perú era país invitado de honor. A sus 15 sellos fundadores se han sumado diferentes iniciativas y empresas editoriales, que encuentran fortaleza en su unión, llegando a ser 42 asociados de 11 regiones del país.

Cuáles son sus objetivos

Editoriales Independientes del Perú es una asociación sin fines de lucro que trabaja en favor de políticas que ayuden al fortalecimiento de la industria, a través de su fuerza productiva: las editoriales. Nuestros principales objetivos son promover el desarrollo de la industria editorial nacional, velar por la libre circulación del libro, fomentar la cultura del libro y el hábito de la lectura como factores esenciales para el desarrollo integral de las personas y la construcción de una sociedad de ciudadanos, contribuir con la efectiva democratización del libro y la lectura, y fomentar la bibliodiversidad como garantía de la pluralidad de contenidos y planteamientos literarios, artísticos y científicos en un mundo que se enfrenta a los retos de la globalización.

Qué es una editorial independiente.

Edición e independencia son nociones que van de la mano en una sociedad marcada por un elemento unifi­cador: el consumismo. En ese sentido, una editorial independiente apuesta por el valor, las expectativas y el potencial del material que publica, y no necesariamente se rige por un componente comercial. Se trata, entonces, de algo más que hacer libros.

Complementando, según la definición del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC): se entiende por editorial independiente a la persona jurídica o natural con negocio que ejerce como actividad principal labores de edición de libros y/o productos editoriales afines, que no tiene vínculos de dependencia con empresas o corporaciones de capitales multinacionales o transnacionales. En este sentido, sus decisiones editoriales son autónomas y parte o la totalidad de su catálogo está construido sobre la base de la bibliodiversidad. Además, se trata de microempresas o de pequeñas empresas.

Qué porcentaje del mercado de venta de libros representan los miembros de la EIP.

Un gran pendiente del sector editorial peruano es la generación de estadísticas. Sin embargo, un indicador es que tenemos más de 2000 títulos publicados.

¿Se ha hecho un estudio de estás EIP? ¿Qué tanto se las conoce? ¿Son rentables? ¿Qué publican? ¿Dónde venden?

La mayoría de las editoriales independientes son microempresas impulsadas por las ansias de sus editores por ver publicados los libros que sueñan. Sean estos de narrativa, poesía, arte, ensayo o cómic, de pequeño o gran formato; el interés principal de sus artí­fices es compartir la experiencia del libro con sus lectores, y con este acto se hace realidad el ideal que todo editor independiente de­fiende: la bibliodiversidad.

Los canales de comercialización están concentrados principalmente (en orden de relevancia) en ferias del libro, librerías y venta directa (páginas web y redes sociales).

En cuanto a la rentabilidad: es un componente clave transversal a cualquier negocio (sí, los bienes y servicios de las industrias culturales también son un negocio). En ese sentido, los indicadores varían dependiendo del modelo de cada editorial y de su etapa de maduración. Sin embargo, podemos afirmar que en el caso de las independientes los márgenes, si lo hay, son bastante cortos y no siempre alcanzar para pagar todas las cuentas.  

¿Es muy afectada la EIP por la venta de libros piratas?

La piratería no reconoce el tamaño de la editorial y nos afecta a todos por igual. Se ha avanzado bastante, pero todavía hay una brecha por cubrir.

¿Cuál es el tiraje promedio? ¿Cuál es el más alto? ¿Cuál el más bajo?

El tiraje promedio es de 500 ejemplares. Sin embargo, hay casos hacia arriba (1000, 1500 ejemplares) y hacia abajo (200, 300 ejemplares).

¿Cómo fortalecer a las editoriales pequeñas de manera que compitan mejor con las más grandes?

Tenemos algunas líneas de acción como impulsar y contribuir a la profesionalización de los editores, acceder a los beneficios tributarios de la Ley del Libro, incluir a las editoriales independientes en las compras públicas de libros que realiza el Estado, posicionar la bibliodiversidad como componente fundamental en el circuito de librerías y promover la participación y la integración de los editores de todas las regiones del Perú con el fi­n de contribuir a la descentralización de las industrias culturales en el país.

¿Cómo trabajan con la cámara peruana del libro?

Hemos venido trabajando en conjunto, complementando nuestros objetivos en la búsqueda de un bien mayor: el desarrollo del sector editorial y la puesta en valor del libro peruano.

¿Con el MINCUL?

A través de la Dirección del Libro y la Lectura, el MINCUL ha tenido mucha apertura para recibir nuestras inquietudes y propuestas de mejora, y también hemos podido trabajar y sacar adelante proyectos conjuntos como la feria del libro La Independiente. Destacar también que gracias a su convocatoria hemos participado en varias mesas de trabajo multisectoriales como la de La Ley del Libro, participación de Perú en ferias internacionales, entre otras.

¿Con el Ministerio de Economía?

Tuvimos una sola reunión a lo largo de estos años, a propósito del debate de la nueva Ley del libro en 2019. 

Cuáles son sus planes para el 2020.

La meta es sacar adelante una nueva Ley del Libro (antes de octubre) con medidas transversales de corto, mediano y largo plazo; trabajar de la mano con el Ministerio de Cultura en la Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas; y visibilizar la importancia de incluir a las editoriales independientes y de regiones en los procesos de compras públicas de libros que realiza el Estado. Además, buscamos fortalecer nuestra red, creando vínculos con otras asociaciones relacionadas con las industrias culturales.

Cómo evalúan los cambios que habrá producto de esta pandemia.

Los cambios son transversales a todos los negocios. En el caso de la edición independiente nos obliga a repensar nuestros modelos de trabajo, reinventarnos, estar más atentos al componente digital y voltear la mirada a quien siempre debió ser el foco de nuestro trabajo: el lector.

Pensamos que en el sector de libros publicados en el Perú la población LGTBIQ+ está sub representada, es decir, para la cantidad de población que somos hay muy pocos libros que hablen de nosotros. ¿Por qué crees que se da esta situación? ¿Por qué no se publican más libros en el Perú con temas o personajes LGTBIQ+?

Esta pregunta ya había generado una conversación con mi socia editora Paloma Reaño, por la cual terminamos de caer en cuenta de muchas cosas relacionadas. Ella sostiene, y yo comparto, que esta sub representación es solo un síntoma de una enfermedad aun mayor: la profunda fragmentación de nuestra sociedad por la cual el “ciudadano promedio” es indiferente a otros tipos de discriminación. Fuera de los grupos LGTBIQ+ no existe un debate articulado a nivel cultural ni social. No porque la población LGTBIQ+ no debata, no reclame, no escriba, no genere pensamiento crítico, no compre libros o no vaya a ferias; sino porque para la población heterosexual, lo que se discute en este sector de la población es algo “aparte”, algo distinto, un asunto que no debe involucrar a todas y todos, tan ajeno que no despierta interés genuino, o una preocupación real para el grueso de la población.

De izquierda a derecha: Teo Pinzás, Paloma Reaño y Carlos Vela, socios en Pesopluma (foto tomada de aquí)

¿Cómo promover mayor publicación de libros con temas o personajes LGTBIQ+?

El cambio real sucede cuando los “ciudadanos promedio” cuestionemos estas relaciones de poder, generemos pensamiento crítico del sistema en sí y lo incluyamos dentro del debate cultural y social. Más que una tarea, es una responsabilidad de todos y todas acabar con esta invisibilización.

Nos interesa promover estos libros. ¿Es posible hacer con EIP un festival o feria de publicaciones LGTBIQ+?

EIP busca promover el libro y la lectura con especial énfasis en la bibliodiversidad. En ese sentido, podemos articular esfuerzos para sacar algo adelante.

¿Qué opina de la forma como funciona el Plan Lector del MINEDU?

Debería replantearse la dinámica de trabajo y convocar a mesas multisectoriales que incluyan a representantes de la sociedad civil. Hay muchas zonas grises y procesos no del todo claros bajo los cuales se viene trabajando hace muchos años, dejando fuera a agentes importantes del circuito editorial con contenidos valiosos para las niñas y niños del Perú.

¿Qué opina de la Ley del libro y cómo mejorarla?

En 16 años de Ley del Libro, ninguno de nuestros asociados pudo acceder, por ejemplo, al reintegro tributario (ahora llamado “devolución del IGV”) debido a las barreras establecidas por el Ministerio de Economía y Finanzas. En el Decreto de Urgencia N° 003-2019, publicado en octubre del año pasado, se establecieron parámetros que flexibilizaban algunas de estas barreras. Sin embargo, pasados seis meses, todavía no se ha publicado su reglamento y hay una zona gris sobre su aplicación. Esto es solo un síntoma de algo aún mayor y es que no se termina de entender la importancia de nuestro sector dentro de las industrias culturales, como un elemento clave para nuestro desarrollo como país. Los últimos años se han establecido extensiones de la Ley muy sobre la marcha, y sin un debate articulado que nos permita adoptar medidas de corto, mediano y largo plazo, y cuyos impactos puedan medirse. No esperemos a octubre 2020 para incluirla en la agenda y en el debate de las autoridades, los gremios y la sociedad civil. Trabajemos en ello desde ahora junto con la Política Nacional del Libro, la Lectura y las Bibliotecas y procesos de compras públicas de libros transparentes. Sino no habremos avanzado lo suficiente.

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