Escribe: Sophia Gómez Cardeña
El agua. Una cámara. Tres generaciones de una misma familia. Un proceso de transición que tiene un protagonista, Noah. Una familia que, de alguna manera, también transita.
Limiar (Umbral, en español) es un documental autobiográfico de corte intimista que aborda a profundidad una relación: la de Coraci Ruiz (directora) con su hijo Noah, un adolescente trans no binario. A través de material de archivo fotográfico, de entrevistas a Noah en diferentes momentos de la adolescencia y del diálogo que sostiene la directora con ella misma y con su madre, somos testigos de un intercambio íntimo, paciente y lleno de preguntas que busca, más que comprender, acercarse a la experiencia de su hijo con genuino respeto.
El documental parte con una imagen: Coraci, de espaldas a la cámara, mira el mar desde un bote en movimiento. De fondo, su voz nos anuncia el deseo que sostiene su exploración: “Yo siempre quise ser madre”. Esta frase captura con precisión el espíritu del documental: la autora nos sumerge en la experiencia no solo de ser madre, sino de querer serlo ante el surgimiento de Noah, su hijo, como sujeto que cuestiona el mundo que ella conocía previamente.
¿Qué implicaría, entonces, ser madre de un adolescente trans? ¿Cómo recorrer un territorio inexplorado, del que no se tienen referentes? La directora decide explorar sus vínculos familiares para encontrar una ruta posible ante el descubrimiento y afirmación identitaria de Noah. Y aquí quiero hacer una distinción importante: este mirar hacia el pasado, este sostener diálogos no buscan explicar o encontrar razones del por qué Noah es trans. Por el contrario, el documental apuesta por el diálogo y la escucha mutua (entre hijo, madre y abuela) como manera de sostener el vínculo entre ellos, de reconocerse revolucionarios a su propio modo (la abuela, a partir de su participación política en movimientos de izquierda y su cuestionamiento a la monogamia; la madre, desde su elección vocacional, la reivindicación de su cuerpo y su propia sexualidad diversa) y de encontrar puentes de unión entre las diferencias. Similitudes que los acercan.
Uno de los aspectos más valiosos de la propuesta de la cineasta es mostrar los vínculos familiares de una manera cuidada, sin invadir la intimidad de los y las protagonistas, lo que es un logro al tratarse de un documental autobiográfico. Al respecto, la directora comenta que, durante el proceso de creación del documental, mostraba las escenas a su madre, Noah y otros integrantes de la familia para saber si había algún elemento que los incomodara y que desearan que se omita. Este es un gesto de protección familiar basada en el respeto, pero también un movimiento interesante en la construcción del film: de alguna manera, Noah y su abuela participan también como creadores del documental activos del documental.
La característica que distingue a este documental de otras creaciones centradas en el reconocimiento identitario de una persona trans por parte de la familia, es, justamente, visibilizar que la familia también pasa, a su manera, por un proceso de transición. En este sentido, el diálogo que establece la directora con su madre, con Noah y con ella misma nos permite ser testigos de un proceso de cambio. Proceso en el que no se espera tener respuestas o certezas. En el que las cuidadoras – la madre, la abuela- no se cohíben de comunicar sus dudas o preocupaciones, formulándolas con honestidad y cuidado hacia Noah y sin que éstas impliquen que algo de su amor por él cambie o cese. Se puede reconocer al otro y seguir amando, así haya aspectos que no se comprendan. Es bajo esa premisa que la familia se fortalece.
En este sentido, Limiar extiende un puente para otras familias de la diversidad sexual, que suelen estar en una especie de closet ante la falta de representación de familias diversas en la sociedad. Así, Limiar tiene el efecto de acortar la soledad en la que muchas madres, padres o cuidadores de adolescentes trans se ven inmersos. Y, más aún, mostrar que hay una comunidad más allá de la familia sanguínea: las distintas agrupaciones LGBTIQ+ de Brasil (en el caso del documental). Este es uno de los propósitos del documental, más allá del de contar una historia genuina y hermosa: contextualizar el movimiento de la diversidad sexual dentro de la historia de los movimientos emancipadores en la sociedad. La divisa “lo personal es político” motiva a la directora: busca que el documental opere como una herramienta de cambio social, que sea visto no solo por familias de personas trans sino por instituciones en donde los y las adolescentes participen (la escuela) para propiciar una discusión intergeneracional sobre las diversidades y la importancia del respeto y reconocimiento.
El desenlace del film nos brinda una escena conmovedora. Coraci, después de mucho pensarlo, toma una decisión que influirá el futuro de Noah. Desea que ese movimiento quede registrado en la película y tiene un gesto simbólico, hermoso: le pide a Noah que sostenga la cámara, que la filme a ella en el momento exacto en el que su vida avanzará de otra manera. Por primera vez Noah desaparece y ahora es una voz -que nos recuerda la voz en off de la cineasta durante el documental-, un adolescente que pide instrucciones para “filmar bien la escena”. La madre, al darle la cámara, le da también un reconocimiento simbólico: reafirma quién es él, le da autoridad para registrar su propia historia. Así, en las últimas imágenes, es Noah quien se filma por varios meses. Frente a un espejo, mirando a la cámara, mostrándose cada vez más. La directora ya no está presente de manera concreta, pero sabemos, sospechamos, que la posibilidad de representación que Noah ejerce hacia el final tuvo una semilla, un requisito: el haber sido reconocido por su madre. El haber transitado juntos un umbral.
*Limiar es una película candidata a los Premios GIO 2021, premios que otorga Crónicas de la Diversidad a las películas presentadas en el 25 Festival de Cine de Lima (que va del 19 al 29 de agosto) que mejor representan a la comunidad LTGBIQ+. Para conocer más de la película puedes ver aquí la entrevista que el día 18/8/21 Sophia Gómez y Ángela Luna le hicieron a Coraci Ruiz: