El teatro ha sido importante en la historia del movimiento LGTB en el Perú. En 1948, años en donde estábamos completamente invisibilizados, Jorge Eduardo Eielson escribe «Maquillage» que se representa recién en 1950. Los años pasaron y los autores peruanos no se atrevían a mencionarnos, recién en 1961 «Los Inocentes» de Reynoso y «El Sexto» de Arguedas muestran personajes con una carga fuerte de discriminación: ocultos, avergonzados o en la cárcel. En 1966 volvemos a ver en las tablas personajes de la diversidad: Edgard Guillén pone en escena Ejercicio para cinco dedos de Peter Shaffer y Sara Joffré pone «Sabor a miel» de Shelagh Delaney. Sus personajes son desdichados, aún no era posible representarnos como un ejemplo para la sociedad, debíamos terminar marginados, expulsados o muertos.
Recién en la década del 70 aparecen personajes felices. Son recordadas obras que Edgard Guillén dirige: «El amor de los unos y los otros» de 1976, el gran éxito de «Los muchachos de la banda» en 1977, «Greta Garbo, quien diría, vive en un cuchitril» de 1978, «El amor del otro lado» de 1982 que tuvo funciones auspiciadas por el Movimiento Homosexual de Lima luego de la cual se conversaba con el público sobre los temas del activismo de esa época y «La jaula de las locas» en 1986. En 1991 dirigió y actuó en «Sin paradero oficial» de la cual dijo a la revista Oiga: «En cuanto a ‘Sin paradero oficial’, con el tema del SIDA, decidí hacerla porque he comprendido –como el que inspiró la obra- que no se puede luchar por una libertad a medias, porque no hay libertad sin libertad sexual”.
Edgard Guillén (Arequipa, 1938) tiene 81 años y continúa actuando. Cada domingo a las 7:30 pm. presenta en su casa (Av. Paso de los Andes 1147, Pueblo Libre ) una obra de teatro. No dejen de ir a verlo.
Y este jueves 18 de julio tendremos un conversatorio con él en el Centro Español del Perú (Salaverry 1910, Jesús María) a las 8:30 pm.
