por Julio Lossio
La película empieza cuando Sócrates, de 15 años, pierde a su madre. Solo, sin empleo, huyendo de su padre (luego nos enteraremos por qué), a punto de ser echado de su departamento, conoce a otro chico en la calle con quien cree encontrar el amor, pero las cosas se complicarán. La homofobia que lo rodea lo ponen también en una situación límite. «Sócrates» es una película brasileña con pocas concesiones. El amor de Sócrates por su madre y su entrega confiada hacia ese desconocido que quiere amar son los únicos momentos en donde se nos permite un respiro en una película de dolor imparable.
«Sócrates» nos hace reflexionar sobre la vulnerabilidad de las personas con una orientación sexual diferente. La asistenta del servicio social preocupada por el adolescente a quien trata de ayudar, que lo sigue, pero al que no llega a comprender porque él de eso no habla, es el símbolo perfecto para esas buenas intenciones de la sociedad que se entrampan en un sistema que no ha sido diseñado para entendernos, menos para ayudarnos efectivamente. Sócrates, sin su madre que sabía de su orientación, se queda solo, aún teniendo un padre, una familia y personas que podrían ayudarlo. Pero hay una pared invisible levantada por su diferencia.
«Sócrates» compite en la sección Ficción en el 23 Festival de Cine de Lima. Se proyectará el 10 de agosto en Cine Planet de Chiclayo a las 8 pm., en Cine Planet Alcázar el día 13 a las 7:45 pm., y el día jueves 15 de agosto en el CCPUCP a las 2:30 pm.
